¿Sabías que el caldo de pollo es la cura perfecta si te encuentras resfriado? La realidad es que al cocinar el pollo en caldo se obtiene cisteína, un aminoácido que ayuda a remover la mucosa del aparato respiratorio. Un caldo de pollo caliente preparado con un poco de jengibre serán tus aliados para recuperarte.
¿Sabías que el consumo de pollo favorece la salud de la piel? Si has notado que tus labios están secos, la carne de pollo te puede ayudar. Entre otros nutrientes se destaca la vitamina B2 que es ideal para reparar la piel seca y dañada. Este nutriente se encuentra principalmente en la pana del pollo y ayudará drásticamente a mejorar la salud de tu piel.
¿Sabías que el pollo te puede ayudar a mantener una visión saludable? La carne de pollo contiene diferentes derivados de la vitamina A, como retinol, caroteno y licopeno, que ayudan al desarrollo y mantenimiento de una visión óptima. Incluso el consumo de pollo puede ayudar a que veas mejor en ambientes oscuros ya que favorece la comunicación de las células sensibles a la luz. Además previene el aparecimiento de cataratas gracias a su concentración de carotenoides.
¿Alguna vez escuchaste que el pollo te mantiene feliz? La concentración de vitamina B6 en su carne ayuda a la formación de los neurotransmisores que mejoran tu estado de ánimo, como es el caso de la dopamina y la serotonina. Además de la sensación de bienestar que ofrecen estos componentes, también ayudan a realizar cálculos y mejorar la capacidad de concentración en muchos casos.